Cuernavaca es una ciudad donde el desayuno se disfruta sin prisa. Entre jardines, terrazas y platillos tradicionales, existen rincones que mezclan sabor, hospitalidad y encanto. Desde propuestas gourmet hasta cocinas familiares, estos son algunos de los lugares imperdibles para desayunar en la capital morelense.
El Madrigal: tradición y frescura en cada plato
Ubicado en una antigua casona rodeada de vegetación, El Madrigal combina recetas mexicanas con un toque contemporáneo. Su pan horneado en casa, los chilaquiles con cecina y los jugos naturales lo convierten en una de las experiencias gastronómicas más completas de Cuernavaca.
Casa Manzano: desayuno entre árboles y tranquilidad
En el corazón de la ciudad, Casa Manzano ofrece un ambiente íntimo con terrazas rodeadas de naturaleza. Sus desayunos incluyen café de grano, pan artesanal y opciones ligeras como fruta fresca o panqué casero. Ideal para quienes buscan un espacio relajado con aire bohemio.
House (Las Casas B+B): el centro con estilo mediterráneo
Frente al Palacio de Cortés, House propone desayunos mexicanos y mediterráneos en un entorno moderno y elegante. Su terraza junto a la piscina invita a disfrutar sin prisa. Destacan los huevos al gusto, el pan dulce y su café veracruzano.
Villa Béjar: elegancia y sabor clásico
El restaurante de Villa Béjar combina elegancia con tradición. Sus desayunos tipo buffet incluyen antojitos mexicanos, fruta de temporada y jugos naturales. Los domingos, el brunch reúne a familias y visitantes en un ambiente festivo y acogedor.
Casa Gabilondo y La Joyita: esencia morelense
En una casona antigua, Casa Gabilondo ofrece desayunos tradicionales con cecina, tamales y pan de elote. Por su parte, La Joyita, en Quintas Marthas, es ideal para un desayuno tranquilo entre jardines con burritos, chilaquiles o café de olla.
Cuernavaca conserva su espíritu de ciudad jardín, y sus desayunos reflejan ese equilibrio entre historia, sabor y calidez. Cada mesa es una invitación a disfrutar el ritmo amable de la eterna primavera.
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