Cuernavaca se distingue por su clima amable, su vegetación abundante y su intensa vida cultural. Entre jardines y calles coloniales, los museos de Cuernavaca guardan siglos de historia, arte y tradición que ofrecen una experiencia ideal para recorrer el fin de semana.
La capital morelense invita a disfrutar su historia y arte a través de una ruta cultural abierta todo el año.
Desde el Centro Histórico, es posible iniciar un recorrido por los espacios que dan vida a la memoria de Morelos. En la Avenida Morelos, tres recintos concentran gran parte del patrimonio artístico estatal: el Museo Universitario de Arte Indígena Contemporáneo, el Centro Cultural Jardín Borda y el Museo de la Ciudad de Cuernavaca (MuCiC). Todos abren de martes a domingo y cuentan con precios accesibles o entrada gratuita.
Museos de Cuernavaca, una experiencia viva de arte y memoria
Entre los más visitados se encuentra el Museo Morelense de Arte Popular (MMAPO), un espacio que celebra el talento artesanal del estado con piezas únicas de cerámica, textiles y madera. Muy cerca, el Museo Casona Spencer mantiene viva la obra de artistas locales y latinoamericanos que encontraron en Cuernavaca su fuente de inspiración.
Otro imperdible es el Museo Morelense de Arte Contemporáneo (MMAC) Juan Soriano, donde la modernidad se mezcla con los jardines del barrio de Amatitlán. La entrada es gratuita, lo que permite acercar el arte contemporáneo a todos los visitantes.
La ciudad también alberga joyas menos conocidas, como el Museo Güelu, ubicado frente a la zona arqueológica de Teopanzolco, que promueve la identidad regional. En el corazón de Cuernavaca, el Museo Robert Brady resguarda más de 1,300 piezas recolectadas por el artista estadounidense durante sus viajes, mientras que el Museo Regional de los Pueblos de Morelos, en el antiguo Palacio de Cortés, resume la historia del estado a través de exposiciones permanentes.
Recorrer los museos de Cuernavaca no solo es un paseo cultural, sino una forma de entender el alma de Morelos. Con entrada libre en muchos recintos y horarios amplios, la capital ofrece fines de semana llenos de arte, historia y belleza natural.