La crisis laboral que enfrenta el sector automotriz en Morelos se agrava con la decisión de Nissan Mexicana de cerrar la planta 1 de su complejo industrial en CIVAC. La empresa notificó al Sindicato Independiente de Trabajadores de Nissan Mexicana que finalizará la relación laboral de 869 empleados a partir del 10 de noviembre, tras concluir el proyecto temporal de producción de los modelos Versa 2024-2025.
La compañía argumentó que el término del contrato obedece al cierre del programa de transferencia de volumen, y que los empleados afectados recibirán su salario hasta el 31 de enero de 2026, conforme al convenio firmado con el sindicato y ratificado ante el Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral. En dicho acuerdo, Nissan establece que el retiro se realizará en tres etapas, los días 10, 11 y 12 de noviembre, priorizando a quienes tienen menor antigüedad, como lo marca la cláusula 16 del contrato colectivo.
Cierre escalonado y creciente incertidumbre en Morelos
El anuncio confirma lo que los trabajadores temían desde hace meses: el desmantelamiento gradual del complejo industrial. Nissan ya había anticipado en julio el cierre total de la planta en marzo de 2026, cuando concluya su año fiscal. Desde entonces, los obreros advirtieron que las operaciones podrían cesar antes, en enero o febrero, ante la reducción de pedidos y la baja actividad en las líneas de producción.
Aunque la empresa asegura que cumple con los compromisos legales, el ambiente laboral en CIVAC se mantiene tenso. Los empleados reclaman mayor transparencia sobre los procesos de liquidación y acusan falta de comunicación respecto al destino final de la planta. “La incertidumbre crece porque nadie dice con claridad qué pasará”, señalaron representantes sindicales tras recibir el aviso de despido.
Cierre de Nissan: Impacto económico y social en la región
El cierre de CIVAC golpea directamente la economía de Jiutepec y Cuernavaca, donde miles de familias dependen de la industria automotriz. Además, pone en riesgo la estabilidad de pequeñas empresas proveedoras y de servicios que orbitan alrededor del complejo.
La salida de Nissan marca el fin de una era en Morelos: más de cinco décadas de producción automotriz que hoy se disuelven entre despidos, incertidumbre y promesas incumplidas de inversión.