El entusiasmo del gobernador de Nuevo León, Samuel García, duró poco. Tras anunciar con gran expectativa una supuesta inversión de mil millones de dólares por parte de Nvidia, la empresa líder mundial en inteligencia artificial (IA) y semiconductores, la compañía estadounidense desmintió la información y aclaró que no existe tal monto comprometido, sino acuerdos de cooperación tecnológica.
En un comunicado emitido el 12 de noviembre, Nvidia precisó que no realizará inversiones financieras en Nuevo León. La empresa subrayó que su relación con México se enfoca en fortalecer ecosistemas tecnológicos, impulsar la investigación y formar talento especializado en IA, más que en construir infraestructura o centros de datos.
El desmentido contrastó con las declaraciones del mandatario estatal, quien había celebrado la llegada de un “Green Data Center” que, según él, posicionaría a Nuevo León como el “hub de inteligencia artificial” de América Latina. Sin embargo, la compañía dejó claro que su apoyo al país responde a una visión de colaboración, no de inversión directa.
México y la apuesta por la IA soberana
Durante el foro IA + México, celebrado en la capital del país, Calista Redmond, vicepresidenta de Iniciativas Globales de IA de Nvidia, confirmó que la empresa acompañará a México en el desarrollo de una estrategia nacional de inteligencia artificial soberana, en coordinación con el gobierno federal, el sector privado y la academia.
“Los grandes avances tecnológicos solo se logran en conjunto”, afirmó Redmond ante representantes de la Secretaría de Economía, el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) y los gobiernos estatales. La ejecutiva destacó que la IA generativa y física puede transformar sectores clave como la agricultura, la medicina y la manufactura, incrementando la productividad y el crecimiento económico del país.
Un malentendido con trasfondo político
El episodio refleja el riesgo de convertir los anuncios tecnológicos en herramientas políticas. Mientras Nvidia apuesta por alianzas sostenibles, algunos gobiernos locales buscan capitalizar la narrativa de innovación para reforzar su imagen. Aun sin inversión directa, México sí forma parte del mapa global de la IA, aunque el camino hacia su soberanía tecnológica sigue en construcción.
