Morelos ha transformado parte de su herencia colonial en espacios únicos de hospitalidad. Las antiguas haciendas del estado, alguna vez productoras de caña y símbolos de su auge agrícola, hoy son destinos turísticos que combinan historia, arquitectura y descanso. Estas son cinco de las más emblemáticas.
Hacienda de Cocoyoc, lujo en un entorno histórico
Construida en el siglo XVI, la Hacienda de Cocoyoc conserva sus muros de piedra, jardines tropicales y arcos coloniales. Hoy funciona como resort con campo de golf, spa y albercas termales. Fue una de las primeras en adaptarse como hotel de lujo, sin perder el encanto de su estructura original.
Hacienda Vista Hermosa, elegancia virreinal en Temixco
Ubicada a pocos minutos de Cuernavaca, la Hacienda Vista Hermosa ofrece un recorrido visual por la historia virreinal. Sus pasillos empedrados, fuentes y patios rodeados de vegetación hacen de este lugar uno de los más reconocidos para bodas, reuniones y escapadas de fin de semana.
Hacienda El Paraíso, el encanto oculto de Jiutepec
En el corazón de Jiutepec, El Paraíso combina la tranquilidad del campo con el confort contemporáneo. Su casco restaurado, techos altos y habitaciones con vigas de madera evocan la vida hacendada del siglo XIX, pero con un servicio moderno y personalizado.
Hacienda Temixco, diversión y patrimonio familiar
La antigua Hacienda de Temixco, dedicada a la producción de azúcar, se convirtió en un complejo de descanso con parque acuático y zona de spa. Mantiene parte de su infraestructura original, como molinos y galerías, integradas en un entorno recreativo que conserva la memoria de su pasado.
Hacienda Santa Cruz de Cocoyoc, tradición y hospitalidad
Otra joya arquitectónica de la región, la Hacienda Santa Cruz se distingue por su ambiente íntimo y su cocina regional. Con patios interiores, terrazas floridas y detalles coloniales, ofrece una experiencia cultural profunda que conecta con las raíces morelenses.
Cada una de estas haciendas demuestra que la historia puede reinventarse sin perder su esencia. Son refugios donde la arquitectura, la tradición y la hospitalidad se unen para contar la historia viva de Morelos.
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