La tensión volvió a sentirse en el corazón político de México cuando los maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) reanudaron movilizaciones para exigir cambios de fondo en el sistema de seguridad social. La protesta reveló un escenario social cansado de promesas y decidido a recuperar espacios de diálogo que, según afirman los docentes, permanecen cerrados.
Las primeras horas del día mostraron filas de profesores avanzando desde distintos estados hacia el Zócalo capitalino, donde formaron el núcleo de una jornada marcada por el descontento. Además, las vallas metálicas instaladas alrededor de Palacio Nacional encendieron el ánimo de quienes consideran que la distancia entre gobierno y magisterio crece en lugar de disminuir.
Protestas de CNTE exigen diálogo y reformas
Los docentes reclamaron la abrogación de la Ley del Issste 2007 y criticaron la falta de avances en negociaciones previas. También señalaron que la manifestación buscó recuperar atención en un contexto nacional saturado de conflictos. En consecuencia, su desplazamiento hacia Correo Mayor marcó uno de los momentos más tensos, cuando el grupo comenzó a golpear las barreras de seguridad para exigir su retiro inmediato.
Por otro lado, policías equipados con antimotines respondieron con polvo de extintores y gas irritante, lo que generó molestias físicas entre los manifestantes y encendió nuevas acusaciones de abuso.
El contingente formó una valla humana para contener a los elementos policiales, aunque el conflicto escaló hasta registrarse empujones y golpes. Además, los maestros insistieron en que el gobierno debe abrir el diálogo para resolver demandas históricas como mejores condiciones de retiro y una reforma profunda en educación.
Caminata hacia la Cámara de Diputados
Tras los enfrentamientos, los docentes caminaron rumbo a la Cámara de Diputados para instalar un plantón y mantener viva su agenda de presión. La movilización avanzó entre denuncias de falta de atención gubernamental, preocupación por la presencia de grupos antimotines y críticas a la narrativa oficial que, señalaron, busca minimizar su causa.
El movimiento cerró la jornada con un llamado a revisar el sistema de pensiones que afecta al 85 por ciento de los trabajadores y con la advertencia de mantener las protestas hasta reabrir las mesas de diálogo.