La designación de nuevos cargos dentro de la ESAF Morelos ha desatado críticas entre sectores políticos y académicos del estado. Diversas voces señalan que diputados de Morena habrían intervenido directamente en los nombramientos para colocar a personas cercanas a su grupo, debilitando la autonomía institucional y priorizando el control político sobre el mérito profesional.
Entre los casos más mencionados figura el de Jeniffer Pulgarín Martínez, quien fue nombrada como titular del Consejo de Vigilancia de la ESAF. Según documentos oficiales, las designaciones se habrían realizado bajo criterios de “idoneidad y experiencia profesional”. Sin embargo, fuentes cercanas al Congreso local afirman que la selección respondió a intereses partidistas y que varios perfiles no cuentan con trayectoria académica comprobable.
Críticas a la falta de transparencia en la ESAF Morelos
Diversos actores del ámbito educativo cuestionaron que los nombramientos se concretaran sin un proceso público de evaluación. Para ellos, la ESAF Morelos pierde independencia al estar sujeta a decisiones políticas que comprometen su credibilidad y su función de fiscalización. Advirtieron que el control partidista dentro de instituciones de carácter técnico o académico se ha vuelto una práctica recurrente en el actual Congreso estatal.
Además, el hecho ocurre en un contexto político marcado por tensiones entre el Legislativo y distintos órganos autónomos. Analistas locales consideran que Morena busca extender su influencia en espacios estratégicos de Morelos a través de estructuras administrativas.
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La ESAF enfrenta ahora el reto de recuperar la confianza de su personal y de la ciudadanía. La comunidad académica espera que las nuevas autoridades actúen con profesionalismo y garanticen un funcionamiento independiente, sin ceder a presiones partidistas ni intereses personales.